La tecnología automotriz avanza cada día más hacia la vanguardia de los avances sobre la carretera, y Tesla es una marca que se caracteriza por mantenerse fiel a estos avances veloces. Conocido por sus automóviles eléctricos y equipados con las últimas innovaciones, sus ventas han ido en aumento durante este último año.
Sin embargo, el fatal accidente del Tesla Model X, presuntamente provocado por la falla del sistema de piloto automático, amenaza con marcar la buena fama tecnológica de esta compañía.
El piloto automático, ¿una herramienta infalible?
Una de las más sonadas características de los automóviles Tesla es la capacidad de activar el “piloto automático”, que los creadores de los modelos Tesla describen como un sistema de asistencia al conductor que es capaz de reducir casi a la mitad la posibilidad de encontrarse en un accidente fatal.
Aunque Tesla asegura que esta herramienta es a prueba de fallos, un accidente del Tesla Model X ocurrido el 23 de marzo de 2018 en el que resultó fallecido el conductor del automóvil podría demostrar que este sistema es en realidad vulnerable y necesita una mayor preparación para salir a las calles.
Rumores sobre falla en el software del Tesla Model X
Diversos conductores de modelos anteriores de Tesla declaran que el problema proviene de las últimas actualizaciones recibidas por los automóviles, que producen incongruencias en la conducción que no existían con versiones anteriores del sistema operativo.
Según se puede observar en diferentes videos subidos a la red por usuarios de la marca, la actualización del software que controla los modelos Tesla, incluyendo al accidente Tesla Model X, podría estar causando que el vehículo confunda las líneas de intersección de las autopistas, fenómeno que antes no sucedía.
Automóviles autónomos
La compañía Tesla indica ante este problema que sus automóviles, aun estando en modo de piloto automático, no son por ende completamente autónomos. Siendo este un sistema sólo de asistencia, la atención ininterrumpida del piloto aún es necesaria para corregir errores en la conducción.
La tecnología de conducción autónoma tiene todavía un largo camino que recorrer antes de implementarse completamente, y serán este tipo de fallas las que ayudarán a su pronta evolución.