Hemos dicho en otras ocasiones que el mercado de los teléfonos móviles, está creciendo a un ritmo un tanto exagerado arrojando al mercado en ocasiones, demasiadas opciones, lo cual debería ser bueno, pero en la actualidad parece no estarlo siendo del todo.
¿Porqué lo decimos?, pues por cosas como las que vamos a analizar hoy, el móvil diseñado para la adicción al móvil, suena como un chiste pero es algo que al parecer sus desarrolladores se están tomando bastante enserio y que al final, te darás cuenta que tiene un precio que está un tanto curioso, como siempre, ¡Bienvenidos a Jungla Moderna!
Tap, scroll, Zoom In, Slide
Éstos son gestos que hacemos de forma casi que inconsciente con nuestro dispositivo móvil, y preocupantemente, en ocasiones, sólo con escuchar el sonido de un smartphone cercano muchas personas sienten una necesidad imperativa de verificar su móvil. Otras, lo hacen por puro aburrimiento y de manera casi inconsciente.
Según ula consultoría Dscout que realizó un estudio, donde se evaluó el comportamiento de más de 100.000 participantes durante cinco días- tocamos nuestro celular un promedio de 2.617 veces al día. Y los más adictos (el 10%) lo hacen hasta 5.400 veces.
tocamos nuestro celular un promedio de 2.617 veces al día. Y los más adictos (el 10%) lo hacen hasta 5.400 veces.
Fobia a no tener acceso a un móvil
Investigando un poco respecto a ésta adicción un poco impulsiva a los teléfonos móviles, descrubrí que existe una palabra para describirla, y es la Nomofobia, la cual la definen como el miedo irracional a quedarse sin acceso a un móvil.
El diseñador austríaco Klemens Schillinger en declaraciones ha dicho que él mismo sintió esa fobia cuando comenzó a usar su primer smartphone, hace un par de años.
El no-móvil para «el mundo real»
«Me ponía nervioso o sentía ansiedad si no tenía mi celular a mano. Los teléfonos inteligentes se convierten en un problema cuando se vuelven prácticamente una extensión de tu cuerpo», afirmó Lemens Shillinger en una entrevista.
Lemens Shillinger deició crear un diseño para presentar con motivo de la Semana del Diseño de Viena, Austria, cuya temática este año fue«Offline, Design for the (Good Old) Real World» (desconectado diseño para los buenos tiempos del mundo real).
El joven, que completó sus estudios en el Royal College of Art de Londres, Reino Unido, dice que se inspiró en realizar éste extaño pero curioso dispositivo luego de ver un documental en el que un hombre que estaba tratando de dejar de fumar, se colocaba un palillo de madera en la boca como paleativo a su adicción por el cigarro.
Varios prototipos ¿fallidos?
Shillinger comenzó creando un objeto, como especia de una lámpara que se encendía cuando el usuario coloca su celular en un sensor que lo reconoce y activa la luz.
luego creó otro prototipo que ha acaparado más atención: un teléfono de sustitución.
El «no-móvil» o «no-teléfono» es un dispositivo con el tamaño de un smartphone promedio y tiene varias versiones que buscan imitar con unas pequeñas cuentas de piedra los diferentes movimientos que realizan los usuarios al manipular un móvil como hacer zoom, deslizar el dedo sobre la pantalla o arrastrar objetos.… ¿ingenioso no?.
«Observé y analicé los movimientos que hacía la gente en su celular para crear mi diseño», explica. Y los emuló a través de las cuentas.
El resultado, señala, es una «sensación placentera» que proporciona «un pequeño masaje» en los dedos, todo ésto, tendría la finalidad de combatir la adicción o el impulso que muchas personas sienten para revisar su dispositivo móvil, con una frecuencia que no sea muy normal.
Comentarios positivos y negativos
El creador del disopsitivo, mencionó en una entrevista a la agencia BBC que ha recibido varios emails de personas que sufren adicción al celular, con comentarios tanto positivos como negativos. Unos le han comentado que les parece una idea buena y otros usuarios lo ven como algo sin mucho sentido.
Schillinger comentó además que no habló con médicos ni psicólogos de ningún tipo para realizar ésto no-móvil, tomando en cuenta que está orientado a personas con alguna adicción, aunque no descarta una futura colaboración.
200$ es el precio del dispositivo
El dispositivo se puede adquirir por encargo y cuesta aproximadamente unos US$200, «aunque me gustaría fabricar algo más asequible», mecnionó.